Las estanterías de las oficinas no tienen porque servirte únicamente como método de almacenaje sino que también pueden aportar a un espacio un aire fresco y un estilo diferente. Es por ello que existen diferentes tipos de estanterías, ya sea en cuestión de colores, materiales, formas…
¿Quieres saber cómo elegir la mejor estantería para tu oficina? Te dejamos algunas recomendaciones para ello.
1. COLORES
Elige un color que no sea demasiado estridente, ya que seguramente los elementos que vayas a situar en las estanterías ya tengan algún color.
Elige tonos que concuerden con el colorido de la pared. Una buena opción sería sobre una pared blanca, por ejemplo, colocar una estantería en color madera, blanco o negro.
2. MATERIALES
Existen materiales muy diversos como son el aglomerado, un material muy versátil que puede ser de varios colores; madera, a la cual le puedes dar el acabado que desees, puedes dejarla sin tratar e incluso pintarla del color que quieras. Y por último, el acero, que le puede dar un toque industrial y moderno a tu oficina
También tenemos las estanterías que combinan estos materiales en una misma. Incluso puedes añadirle cristal en algunas zonas, lo cual le va a dar mucha personalidad a tu despacho.
3. TAMAÑOS DIFERENTES
Las dimensiones de las estanterías están muy condicionadas al espacio que tengamos en la oficina. Lo que sí tenemos claro es que cuanto más queramos y/o debamos almacenar más necesitaremos. Una ventaja muy buena es que estas siempre se pueden fabricar a medida.
Una forma de darle un aire más divertido al despacho sería combinar diferentes tamaños y formas en una misma pared. Aunque, ¡ojo!, un exceso de variedad de estanterías puede hacer que la oficina llegue a parecer un caos.
4. ELEMENTOS DECORATIVOS QUE PUEDES USAR
– Añade cuadros con fotos, ya sean de tu familia, amigos, o bien imágenes que simplemente te gusten.
– Dale un toque de naturaleza con pequeñas plantas en algunas de las baldas.
– Los libros, archivadores y demás que coloquemos, al tener diferentes tamaños y colores hay que tener en cuenta que la forma de colocarlos puede hacer que el estante parezca desordenado.
– Incorpora objetos pequeños que le den aún más personalidad, siempre teniendo cuidado de no excederse para no recargar el espacio.